La séptima versión del Informe de la CMF reveló que la mediana de la deuda bancaria de las personas alcanzó los $ 2,2 millones. El Informe subraya que el 16% de las personas presentan una alta carga financiera, superior al 50% de su ingreso mensual.
El informe considera datos reportados periódicamente por las instituciones supervisadas por la Comisión, correspondientes a personas naturales con obligaciones de consumo y vivienda.
El análisis se centra fundamentalmente en los deudores bancarios, entendidos como aquellos que mantienen obligaciones con bancos y sus sociedades de apoyo al giro. No obstante, para estos deudores se incluye tanto su deuda bancaria como la no bancaria registrada en los archivos de información de la CMF. Adicionalmente, se incorpora una revisión del endeudamiento de aquellas personas que tienen deuda en emisores de tarjetas no bancarias (ETNB), cooperativas de ahorro y crédito (CAC) y mutuarias fiscalizadas por la CMF.
La metodología del Informe considera principalmente la evaluación de tres dimensiones del endeudamiento:
1. Nivel de deuda (préstamo de dinero que una institución financiera otorga a una persona natural),
2. Carga financiera (% del ingreso mensual que es destinado al pago de obligaciones financieras) y
3. Apalancamiento (el número de ingresos mensuales que un deudor tendría que destinar para saldar sus obligaciones financieras por completo).
Como indicador representativo de los resultados, se utiliza la mediana de la distribución de cada una de las variables.
Principales resultados.
El Informe de Endeudamiento 2020 considera información relativa a 5 millones de deudores bancarios con un total $ 81 mil millones en colocaciones, que corresponden a un 88% del stock total de préstamos vigentes de los hogares en Chile.
A junio de 2020, el nivel de deuda representativa de los deudores bancarios, definido por la mediana de la distribución, fue de $ 2,2 millones, mientras que los indicadores de carga financiera y apalancamiento fueron de 16,9% y 3,6 veces el ingreso, respectivamente.
Comparado con igual periodo del año previo, se observa un aumento real de la deuda representativa, una corrección a la baja en el indicador de carga financiera y un alza del apalancamiento.
Deudor representativo.
Respecto a la carga financiera, su disminución está dada por una baja en la tasa de interés, principalmente en productos de consumo y por la salida de un importante número de deudores en tarjetas y líneas de crédito, con la entrada en vigencia de la Ley N° 21.167, que impuso el pago automático de la línea al existir saldos en cuenta corriente. Ambos efectos resultaron en cargas mensuales menores respecto al año anterior.
Niveles de deuda.
De acuerdo al Informe, el segmento entre 35 y 40 años exhibe el mayor nivel de deuda ($ 5,7 millones), mostrando una alta correlación con decisiones de compra de vivienda.
Adicionalmente, la deuda representativa crece con el ingreso de la población evaluada. Así, los deudores con rentas sobre $ 1,2 millones acumulan 68,2% de la deuda, mientras su participación sobre el total de deudores es de 22,8%.
En cuanto a la distribución geográfica, las zonas norte y sur del país exhiben indicadores de endeudamiento superiores a los de la zona central.
Por género, el número de deudores bancarios es equilibrado entre hombres y mujeres (51,3% vs 47,1% del total). Sin embargo, la deuda de las mujeres ($ 1,5 millones) es cercana a la mitad de la de los hombres ($ 3,1 millones).
Alta carga financiera.
A junio de 2020, el 16% de los deudores exhibía una alta carga financiera, correspondiente a aquellos que mantienen una carga financiera superior al 50% de su ingreso mensual. Esta cifra es inferior al 18,8% observado a igual fecha del año anterior.
Por su parte, 23,4% de los deudores presentaban una carga financiera mayor al 40% de su ingreso mensual.
En línea con lo anterior, alrededor de 441 mil deudores bancarios registran atrasos u obligaciones impagas de uno o más días, lo que representa un 8,7% del total de los deudores.
A nivel internacional, el endeudamiento agregado de los hogares en Chile se encuentra en línea con los niveles observados en países de similar ingreso per cápita, no obstante, se observa un sesgo al alza en los últimos años.
Adicionalmente, existen segmentos cuyos indicadores son significativamente más altos que los reflejados en mediciones basadas en promedios o medianas. En efecto, un 23% de los deudores bancarios presenta cargas financieras que más que duplican la carga mediana y exhiben niveles de apalancamientos 6 veces superior al nivel mediano.
Fuente: Comisión del mercado Financiero.
Sobreendeudamiento.
La profundización financiera en Chile ha venido acompañada de un aumento del nivel de endeudamiento de los hogares, fenómeno que no ha sido homogéneo por estratos socioeconómicos y por tipo de deuda. El uso del crédito ha permitido a las familias gastar en consumo presente, comprometiendo sus ingresos futuros, y de esta manera suavizar la senda de consumo a los largo del ciclo de vida. No obstante, las mejoras en bienestar asociadas al uso del crédito pueden verse cuestionadas cuando el nivel de deuda es excesivo y se produce una carga financiera que los hogares no pueden manejar de manera adecuada. En particular, cargas financieras muy altas en forma de amortización y pagos de intereses, pueden afectar negativamente el ingreso de largo plazo y por ende reducir el bienestar en el tiempo.
Dicho fenómeno de excesivo endeudamiento se presume que es más fuerte en el segmento de hogares de menores ingresos. Dado que estos hogares representan una fracción menor del endeudamiento agregado (31,8% para 2020), no implican una fuente de preocupación muy relevante para la estabilidad financiera como un todo, pero sí lo podría ser para estos hogares.
Si bien la literatura internacional no es abundante en lo relacionado a sobre endeudamiento, existen diversos autores que han tratado de definir o recopilar una revisión a la literatura conceptual sobre endeudamiento. Dentro de ellos se destacan los trabajos de Disney, Bridges y Gathergood (2008) y Anderloni y Vardone (2008). Los primeros indican que pueden distinguirse medidas objetivas y subjetivas. Las medidas objetivas de sobre endeudamiento clasificarían a un hogar como sobre endeudado si:
(i) los individuos gastan más del 25 % de sus ingresos mensuales brutos en reembolsos de deuda (sin incluir la deuda hipotecaria);
(ii) los Individuos gastan más del 50% de su ingreso bruto mensual en reembolso de deudas, (incluyendo deuda hipotecaria);
((iii) las personas tienen con 4 o más compromisos de crédito;
(iv) las personas están en mora en un compromiso de crédito (incluyendo deuda hipotecaria).
Como medida subjetiva de sobre endeudamiento se analiza el auto reporte de estrés financiero: un hogar estaría sobre endeudado si las personas declaran como una “carga pesada” sus pagos financieros.
Paralelamente, Anderloni y Vardone (2008), consideran que hay dos tipos 4 de sobre endeudamiento. El sobre endeudamiento activo y el pasivo. El primero estaría originado por los niveles excesivos de deuda en poder de los hogares debido a las decisiones de endeudamiento hasta un nivel que no es sostenible sobre la base de los ingresos presentes o futuros. Esto se asemeja a las primeras medidas de endeudamiento objetivo de Disney et al (2008). Mientras, el sobre endeudamiento pasivo se produciría por aquellas dificultades económicas que están determinadas por factores imprevistos, fuera del control de un individuo, tales como la pérdida de empleo, separación, muerte o enfermedad, los cambios en las variables macroeconómicas o impuestos más elevados.
Otra definición que va en la línea de la capacidad de los hogares de hacer frente a sus compromisos financieros es la de Finlay (2006), quien considera que el endeudamiento se puede calcular como la sumatoria de los ratios de los gastos totales sin crédito (arriendo, alimentación, viajes, lujos, entre otros), sobre el ingreso neto de todos los recursos (salarios, bonos, beneficios, transferencias del estado), más el gasto en consumo de crédito (hipotecario y no hipotecario) y sobre los ingresos totales.
Fuente: Proceso de Endeudamiento y Sobre Endeudamiento de los Hogares en Chile, Jaime Ruiz-Tagle Leidy García Álvaro Miranda, Banco Central de Chile, 2013.
Programa de bienestar financiero y emocional para trabajadores.
En nuestro programa financiero para trabajadores, justamente recogemos los aspectos metodológicos planteados anteriormente. Nuestro foco principal, guarda relación con 3 ámbitos de acción:
1.- Prevención de segmentos jóvenes que ingresan al sistema financiero, y que muestran niveles de morosidad superiores a deudores mayores.
2.- Apoyo a segmentos altamente vulnerables a raíz de la pandemia, como es el caso de mujeres jefas de hogar, con ingresos bajo $1,2 millones.
3.- Apoyo a trabajadores en situación de sobreendeudamiento.
Solicita más antecedentes de nuestro programa en info@benezoom.com
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