top of page

Uber Job


Los últimos días hemos visto una gran cantidad de noticias en torno a Uber Chile - en línea con lo ya acaecido en otros países del orbe; especialmente desde el gremio de nuestros taxistas, quienes le reclaman competencia desleal e ilegalidad.

Más allá de los argumentos del gremio en esta materia, quisiera detenerme en la fuerza de un nuevo modelo de negocios - ampliamente defendido por sus usuarios - quienes definitivamente lo legitiman en su fondo; y que evidencia la obsolescencia de nuestros legisladores y reguladores, respecto de la comprensión de un nuevo paradigma - que interpreta la dinámica de un nueva realidad.

Uber es un servicio digital que permite que los usuarios contacten con el dueño de un automóvil a través de una aplicación en su teléfono inteligente. El conductor llega por el usuario en el sitio pactado y se ofrece un servicio en un automóvil particular. No hay intercambio de efectivo. Un algoritmo calcula el costo del traslado y se carga a la tarjeta de crédito del usuario, previamente registrada con Uber. A los clientes les ofrece una manera segura, fiable y eficiente de trasladarse. A los conductores una manera atractiva de ganar dinero al aprovechar su propio automóvil, sin cromática, sin tarjeta, sin licencia y taxímetros.

¿Qué cambió Uber?

Uber cambió la anquilosada mecánica de salir a la calle – asado de calor o muerto de frío y levantar la mano hasta que algún taxi apareciese, o si lo hacía, que se dignase a parar. En vez de esto, usted ahora podría planificar mejor su día, a través de una aplicación que le permitiría llamar al servicio antes que salir a la calle.

¿Malo? ¿Errado?