Ganar-Ganar.

Como hemos sostenido las últimas semanas, los problemas económicos atañen a prácticamente la mitad de la sociedad y, consecuentemente, a la mayoría de los trabajadores de las empresas, siendo un mal que se torna muchas veces insalvable. En ese contexto, se convierte en una oportunidad para las empresas entregar un beneficio de alto valor, considerando que este tipo de problemas muchas veces se cree sin solución de no contar con apoyo.
En consecuencia, esta temática nos gustaría enfocarla desde tres puntos de vista:
1. La calidad de vida de sus trabajadores.
2. Las consecuencias concretas que tienen los problemas económicos para las empresas.
3. La intromisión de la empresa en la vida privada de sus trabajadores.
Con la calidad de vida del trabajador es fácil empatizar, dado que todos hemos evidenciado o, al menos, podemos presumir lo mal que vive una persona con problemas económicos serios, y más cuando no tiene herramientas ni conocimientos para solucionarlos. Tampoco tiene a quién recurrir porque su círculo tiene las mismas falencias y por alguna razón se explica que haya llegado a esa situación. Esa baja calidad de vida repercutirá, entre muchas cosas, en el buen dormir, ya que distintos estudios los vinculan estrechamente y lo anterior, tendrá relación también con la tasa de ausentismo, presentismo y baja calidad del trabajo; es decir, con consecuencias concretas en los resultados de la compañía.
Para un mejor análisis, es importante traducir esta problemática en cifras y así evidenciar claramente el perjuicio que produce para las empresas. Este esfuerzo lo realizó la consultora Inglesa Salary Finance, quienes concluyeron que los trabajadores que tienen problemas económicos se ausentan en promedio, 1 día al año por motivos económicos; pierden 16 días por presentismo y 12 días por baja calidad de las tareas. Por lo tanto, se traduce que un trabajador pierde 29 días en un año cu