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Compensación y Beneficios asociados a Productividad.

Actualizado: 22 ene 2020


Una iniciativa que muchas empresas pueden analizar, de cara a la complejidad y/o judilización que pueden traer las huelgas en caso de no arribar a acuerdos en la negociación de sus convenios colectivos, es la de implementar paquetes de compensación y beneficios asociados a productividad y utilidades.

Ya en el año 1998, un estudio denominado: “Aportes al Debate Laboral Nº 5” / Incremento de Remuneraciones asociados a aumento de productividad de Mónica Vergara del Río” , sobre la base de 46 instrumentos colectivos correspondientes a 19 empresas y 2,4 contratos colectivos en promedio, entregaba algunas luces de cómo estas empresas han abordado este desafío.

Los elementos centrales de esta aproximación:

  • Se identifica sobre qué se negocia, es decir, los elementos constitutivos del sistema de negociación por productividad.

  • Las condiciones del acuerdo: cómo se pagan los beneficios, cómo se determinan los beneficiarios, dónde constan las bases de cálculo del beneficio.

  • Se sitúa el acuerdo sobre productividad en el contexto del instrumento colectivo, a objeto de ver si existen otras cláusulas que versan sobre materias parecidas a la negociación.

1. En cuanto a lo que se negocia, el objeto de la negociación es el aumento de remuneraciones asociado a un incremento de la productividad - la que en los contratos analizados se identifica con una o más de las siguientes tres variables:

  • La rentabilidad de la empresa;

  • El costo de producción,

  • El volumen de producción.

En todos los contratos analizados puede identificarse claramente que las partes condicionan un beneficio remuneracional al incremento de su rentabilidad, al aumento de los volúmenes de producción o a la disminución de sus costos. A estas variables se les denomina "Indicadores de Productividad".

En algunos casos concurren con estas variables, otras como por ejemplo tasa de accidentabilidad y evaluación de desempeño del trabajador.

En otros casos se utiliza más de un indicador de Productividad, los que ponderados constituyen la base de cálculo del beneficio (indicador complejo). Así por ejemplo, en algunos contratos se establecen incentivos ligados a dos variables como ser el aumento del volumen de producción y, simultáneamente, la disminución de los costos e incluso, se registran cláusulas en las que intervienen las tres variables para establecer el incentivo.

2. Una vez identificados en los instrumentos los tres indicadores que los contratantes revelan como privilegiados para medir las fluctuaciones de productividad, se atiende al ámbito en el cual estos indicadores se calculan. Es decir, tanto la rentabilidad, el costo o el volumen de producción tienen lugar en un espacio productivo en el cual se mide.

Este ámbito está predefinido por las partes en el contrato o convenio colectivo y está constituido por la empresa, un establecimiento, un grupo de trabajo o un trabajador. Así, cuando las partes acuerdan atender a la rentabilidad para medir la productividad, ésta generalmente se calcula en la empresa definiendo esa unidad productiva para determinar las fluctuaciones de la rentabilidad. En caso que las partes acuerden atender a los volúmenes de producción para medir productividad, esta se puede medir tanto en la empresa como en una de sus unidades e incluso, respecto de cada trabajador.

3. La productividad es un concepto dinámico que exige de la comparación de escenarios en el tiempo.

Para precisar este escenario dinámico, las partes contratantes pueden optar por comparar los resultados registrados con la misma empresa, esto es con estándares propios históricos. Es el caso típico de las cláusulas en las que se negocia sobre rentabilidad; en este caso, la rentabilidad del ejercicio actual se compara con la del ejercicio pasado obtenido en la misma empresa.

La otra forma de determinar el escenario dinámico en el cual se calcula la productividad, es con una variable que tiene lugar en el futuro, es decir, durante la vigencia del respectivo instrumento. En estos casos las partes contratantes acuerdan el cumplimiento de metas en el contrato, metas que deberá cumplir el indicador por ellas utilizado para medir el volumen de producción de un establecimiento de la empresa y compararlo con las metas que acuerden las partes. Estas metas tendrán lugar en el futuro, mientras se desarrolle el contrato, al contrario del escenario anterior, en que el resultado se compara con el resultado de la misma empresa en un período anterior.

El concordar metas en el contrato para comparar la productividad alcanzada, admite diversas modalidades; las metas pueden estar determinadas con precisión en el mismo contrato. El caso típico es aquél en el cual la cláusula establece volúmenes de producción a alcanzar por unidad productiva, meta que puede estar divididas en tramos. En otros contratos en cambio, las partes pactan que las metas se definirán durante la vigencia del contrato, sea que las determinen las partes de común acuerdo o que las defina el empleador.

4. Luego de definir los elementos constitutivos del sistema de negociación sobre productividad se aborda la forma de pago del beneficio.

Su importancia deriva de que el beneficio está directamente ligado al sistema de productividad acordado; en consecuencia la definición de beneficiarios y la distribución y monto del mismo son elementos centrales en cualquier negociación sobre productividad, que incide no sólo en el monto relativo de cada incentivo por beneficiario, sino que eventualmente, en los montos absolutos que se destinan a remunerar por productividad.

Así por ejemplo, no es irrelevante pactar que el incentivo favorezca a todos los trabajadores de la empresa independientemente de su participación en la negociación colectiva, o independientemente de su participación en el incremento de la productividad.

En relación con la distribución de los montos asignados a incentivos para los beneficiarios, también se observan diferencias entre aquellos que privilegian la distribución igualitaria entre los trabajadores. y aquellos instrumentos donde se atiende a la escala de remuneraciones para distribuir el beneficio en proporción a los ingresos de cada uno, e incluso a otros criterios.

5. El control del sistema acordado es otra materia que exigió de análisis en los instrumentos estudiados. Para ello se atendió a la existencia de mecanismos de solución de eventuales conflictos y muy principalmente el acceso de las partes a la información necesaria para determinar la procedencia del beneficio y sus condiciones.

El acceso a las bases de cálculo del beneficio es de fundamental importancia a la hora de evaluar la transparencia del acuerdo.

6. Finalmente, el análisis de los instrumentos y sus cláusulas permite descubrir la existencia de otros acuerdos que, sin ser propiamente negociaciones sobre productividad son instituciones análogas o que se relacionan estrechamente con aquellas. Se incluyen las normas convencionales relativas a los atrasos e inasistencias, los estímulos por evaluación del desempeño, entre otras.


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