La deuda financiera de los hogares ha venido aumentado de manera sostenida los últimos años en la mayor parte de las economías del mundo. Si bien existe evidencia de que la deuda está asociada con una salud psicológica adversa, su relación con otros resultados de salud es relativamente desconocida.
Una investigación de las asociaciones entre deuda con resultados psicológicos y de salud general, se llevó a cabo entre 8.400 adultos jóvenes encuestados del Estudio Longitudinal Nacional de Salud Adolescente (Add Health) en Estados Unidos el año 2013.[1] Sus hallazgos muestran que una deuda financiera alta en relación a los activos disponibles se asocia con una mayor percepción de estrés y depresión, una peor salud general autoinformada y una presión arterial diastólica más alta. Estas asociaciones siguen siendo significativas cuando se controla el estado socioeconómico previo, la salud psicológica y física y otros factores demográficos. Los resultados sugieren que la deuda es un determinante socioeconómico importante de la salud que debe explorarse más en la investigación de epidemiología social.
En Chile, distintos estudios han constatado el efecto negativo que el sobreendeudamiento puede tener sobre la salud de las personas al aumentar los niveles de ansiedad, estrés financiero y estigma social. [2]
Entre estos efectos se encuentran algunos problemas de salud mental como un mayor consumo de alcohol y drogas, presencia de síntomas depresivos y comportamientos suicidas.
Otros estudios han abordado la relación entre deuda y salud mental. De entre estos, los estudios realizados por Hojman, Miranda y Ruiz-Tagle, muestran una mayor presencia de síntomas depresivos en personas con estados persistentes de sobreendeudamiento Estos investigadores han demostrado que la disminución del nivel de deuda se asocia a una disminución de los síntomas depresivos.
Por su parte durante el 2011, Orchard y Jiménez muestra la existencia de una asociación significativa entre endeudamiento y síntomas depresivos, particularmente con la percepción de no poder pagar las deudas.
Estos resultados sugieren que el sobreendeudamiento es un importante determinante socioeconómico de la salud mental de los chilenos, y que el inicio de una depresión aumenta el riesgo de ausentismo laboral, reduce la producción y aumenta la carga financiera por el costo de bolsillo de los tratamientos. Por tanto, contar con educación financiera, una evaluación de los síntomas de ansiedad y depresión más la pronta intervención en aquellas personas que están iniciando cuadros de salud mental es primordial para mejorar su bienestar e incrementar su eficiencia emotiva, familiar y laboral.
“Distintos estudios han constatado el efecto negativo que el sobreendeudamiento puede tener sobre la salud de las personas al aumentar los niveles de ansiedad, estrés financiero y estigma social. Entre los efectos se encuentran algunos problemas de salud mental como un mayor consumo de alcohol y drogas, presencia de síntomas depresivos y comportamientos suicidas”
“La sobrecarga por deudas es un predictor tan importante de la persistencia de los síntomas depresivos como otro tipo de acontecimientos vitales estresantes, tales como el divorcio o la pérdida de un familiar. En otras palabras, una persona que se siente sobrecargada por deudas presenta más dificultades para salir de un estado depresivo.”