Aranceles y comercio global: el impacto económico en las empresas.
- armando bienestar
- 4 may
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La reciente ola de aranceles y otros controles comerciales ha generado una gran incertidumbre para las empresas. A continuación, se explica cómo los responsables de la toma de decisiones pueden optimizar sus negocios para prosperar en este panorama cambiante.
Desde que Estados Unidos anunció aranceles recíprocos el 2 de abril de 2025, los mercados financieros de todo el mundo han experimentado una mayor volatilidad, lo que ha generado preocupación por su impacto en la economía global. Los aranceles combinados promulgados por el gobierno estadounidense desde entonces han elevado rápidamente el arancel promedio ponderado del país a su nivel más alto en los últimos 100 años, de aproximadamente el 2% a principios de 2025 a más del 20% el 11 de abril de 2025. Las respuestas de otros gobiernos han variado, desde la imposición por parte de China de aranceles del 125% a las importaciones estadounidenses hasta la oferta de más de 75 países para negociar, según la administración estadounidense.1
La evolución de estas medidas es muy incierta, sobre todo dada la pausa de 90 días que el gobierno estadounidense ha impuesto a la mayoría de los aranceles específicos de cada país. Sin embargo, el impacto de los aranceles en las estructuras de costos de las empresas, la demanda empresarial y de los consumidores, y las ventajas competitivas relativas de las empresas será sin duda considerable. Los líderes empresariales están abordando diversas decisiones a corto plazo, y algunos están estableciendo centros neurálgicos geopolíticos para coordinar sus respuestas. En este artículo, describimos tres acciones que pueden ayudar a las empresas a tomar decisiones a medio y largo plazo: analizar el posicionamiento relativo, definir la postura y las acciones estratégicas, y evaluar la presión de las decisiones ante la incertidumbre actual.
Analizar el posicionamiento relativo.
A medida que los líderes van más allá de las respuestas tácticas inmediatas para considerar cambios más duraderos en sus negocios, deberían evaluar cómo los nuevos aranceles afectarán sus ventajas competitivas y perspectivas de crecimiento:
Ventaja competitiva relativa. El impacto de los aranceles varía considerablemente según el país y el sector, y cada empresa tiene una geografía, una combinación de productos, una cobertura operativa y una cadena de suministro diferentes. Esta variación obliga a cada organización a evaluar las implicaciones de los nuevos aranceles para su ventaja competitiva relativa. La mayoría de los líderes empresariales ya están calculando el impacto en los costos de sus operaciones. El siguiente paso es analizar cómo los aranceles afectan las estructuras de costos de la competencia y los productos sustitutos. Este análisis determinará si una empresa puede mantener sus márgenes, e incluso acelerar las ventas, o si debe recortar gastos. Dado que algunos países han implementado nuevos controles a las exportaciones y otras restricciones comerciales en respuesta a los aranceles estadounidenses, los responsables de la toma de decisiones también deben evaluar su capacidad para mantener el acceso a los mercados y a los suministros en comparación con la competencia y si su posición justificaría la expansión de la producción.
Demanda. Es probable que los cambios arancelarios afecten significativamente el gasto empresarial, de consumo y público, así como los flujos comerciales. Por lo tanto, las empresas deben evaluar cómo las condiciones macroeconómicas pueden afectar la demanda de sus productos. También deben evaluar la elasticidad de dicha demanda si la evolución de los aranceles exige aumentos de precios. Finalmente, deben considerar si sus principales mercados de clientes finales se alinean con los corredores comerciales en expansión o en contracción.
Analizar estas dos dimensiones para cada combinación principal de producto y geografía puede ayudar a los líderes empresariales a definir un conjunto de acciones para proteger la economía de sus negocios y potencialmente acelerar el crecimiento (gráfico).
Anexo
Las empresas pueden evaluar su posición en función de cómo los aranceles afectan su ventaja competitiva relativa y la demanda de los clientes.

Definir la postura y acciones estratégicas.
Los responsables de la toma de decisiones deberían ir más allá de mitigar los efectos negativos de las nuevas medidas comerciales y buscar las oportunidades que los cambios puedan presentar , como describimos en un artículo anterior.2 Las combinaciones de acciones que las empresas podrían considerar en respuesta a los recientes cambios tarifarios se pueden agrupar en cuatro posturas estratégicas, que variarán según las circunstancias específicas de cada empresa:
Impulsar la aceleración comercial e invertir en el crecimiento. Las empresas de esta categoría cuentan con una presencia operativa y cadenas de suministro que les otorgan una ventaja competitiva. Por ello, están posicionadas para acelerar las acciones comerciales, incluyendo la optimización de precios, la expansión de su fuerza de ventas o presencia en el canal, y el aumento de la producción en las instalaciones existentes. Simultáneamente, deben evaluar inversiones con horizontes temporales más amplios, como el lanzamiento de nuevos productos, iniciativas de mejora de marca, adquisiciones y el desarrollo de nuevas instalaciones de producción.
Captar cuota de mercado y proteger márgenes. Las empresas de esta categoría están mejor posicionadas que sus competidores, pero han reducido la demanda de los clientes. Se beneficiarían de centrarse en acciones que aprovechen las capacidades internas y evitar grandes inversiones de capital, al menos hasta que la demanda se estabilice. Entre las medidas a considerar se incluyen ajustar los precios para ciertos segmentos de clientes, implementar incentivos de fidelización y expandir las ventas a canales y grupos de clientes donde la posición de la empresa frente a la competencia ha mejorado desde la implementación de las nuevas tarifas.
Invertir para reestructurar la estructura de costos. Esta postura estratégica aplicaría a empresas que se encuentran en una posición competitiva reducida, pero con una demanda de clientes en constante aumento. Suponiendo que los líderes empresariales consideren que la posición competitiva de su empresa sigue siendo viable, podrían considerar reducciones de costos para mejorar los márgenes a medida que continúan beneficiándose de una demanda saludable. Sus acciones inmediatas podrían incluir la reingeniería de costos, mejoras en el diseño para generar valor, renegociaciones con proveedores, reconfiguración específica de proveedores, calibración de precios y, si es posible, inversiones en la diferenciación de productos. En algunos casos, los líderes corporativos también deberían considerar abandonar líneas de negocio no rentables y simplificar sus carteras operativas y de productos. A mediano plazo, las empresas de este grupo deberían determinar cómo mejorar su posición general en el mercado, por ejemplo, mediante cambios en sus cadenas de suministro y la reorganización de su red de fabricación y sus operaciones de talento.
Racionalizar y reorientar. Las empresas de esta categoría se encuentran en la posición más vulnerable debido a la alta exposición de sus productos a aranceles y a la disminución de la demanda de sus clientes. El imperativo estratégico de sus líderes es reducir dicha exposición acelerando la contención de costos, aplazando las inversiones de capital en áreas vulnerables y explorando opciones de reestructuración. En algunos casos, limitar su enfoque a mercados donde la empresa cuenta con una ventaja de margen y una posición de mercado defendible puede ser la medida más pragmática. Optimizar tanto la cartera de productos como la de negocios es otro paso importante.
Decisiones sobre pruebas de presión a la luz de la incertidumbre actual.
Las posturas estratégicas que adoptan las empresas no son determinaciones estáticas. Los líderes empresariales deben analizar diversos escenarios potenciales, algunos de los cuales podrían requerir diferentes estrategias. Para encontrar el mejor enfoque, los líderes deben plantearse las siguientes preguntas:
¿Para qué productos mi posicionamiento se mantiene estable en diversos escenarios? ¿Qué conjuntos de acciones son comunes para estos productos en la mayoría de los escenarios?
Para decisiones importantes, como el traslado de una fábrica, ¿en qué umbral de aranceles u otra dinámica comercial cambiante cambia mi decisión? ¿Es ese punto de inflexión lo suficientemente bajo como para que el costo de la inacción supere cualquier desventaja de la acción?
Las respuestas pueden ayudar a los líderes empresariales a determinar en qué casos deben prepararse para actuar y en cuáles esperar.
Muchas empresas también se preguntan si la incertidumbre en sí misma puede ser limitada. No recomendamos predecir la evolución final del panorama arancelario. Sin embargo, comprender las prioridades de la administración estadounidense puede brindar una idea de qué cambios podrían ser duraderos y cuáles transitorios. Las áreas prioritarias del gobierno estadounidense incluyen las siguientes:
Reforzar la seguridad nacional. Estados Unidos ha impuesto restricciones comerciales a sectores que considera cruciales para proteger las tecnologías sensibles y de doble uso, así como para reconstruir la base industrial de defensa nacional. El gobierno ha tenido en cuenta esta consideración al implementar aranceles y restricciones comerciales sobre el acero y el aluminio, y se prevén medidas para los semiconductores.3 El gobierno también ha identificado explícitamente los sectores automotriz, de metales básicos y fabricados, de baterías, de biofabricación, de máquinas-herramientas, de microelectrónica, de productos farmacéuticos, de construcción naval, de productos tecnológicos y de equipos de transporte como sectores críticos para la seguridad nacional.4
Impulso a la manufactura estadounidense. El gobierno estadounidense ha declarado que alentar a las empresas a trasladar más operaciones de fabricación a Estados Unidos es una motivación clave para los aranceles recientes.5 La administración afirma que recuperar un puesto de trabajo en el sector manufacturero puede generar entre siete y doce nuevos empleos en otras industrias relacionadas. Esto, a su vez, aumentaría la competitividad estadounidense mediante el crecimiento de la productividad y la innovación nacional mediante un mayor gasto en I+D.6 Por ejemplo, la administración cita específicamente a la industria automotriz como foco de estas políticas.7
Equilibrio en las relaciones comerciales. El gobierno estadounidense ha declarado que está utilizando aranceles para reducir o eliminar los grandes y persistentes déficits comerciales del país causados por las disparidades arancelarias y las barreras no arancelarias impuestas por otros países.8 Para corregir este desequilibrio, el presidente Trump ha señalado que, por ejemplo, la Unión Europea deberá comprar más energía a Estados Unidos. Todos los sectores no contemplados en las categorías de seguridad nacional o manufactura estadounidense probablemente estarán sujetos a negociaciones para reducir el déficit comercial específico de cada país.
En el contexto comercial actual, es importante que los líderes empresariales analicen la posición competitiva de sus negocios y sus segmentos de mercado. Estos análisis pueden ayudar a determinar los factores desencadenantes de acciones específicas a corto y mediano plazo. Con esta perspectiva, el equipo directivo de una empresa puede tomar decisiones proactivas para afrontar la incertidumbre arancelaria, a la vez que mantiene la resiliencia y el crecimiento de la empresa.
Fuente: Mckinsey & Company, Cindy Levy & Shubham Singhal.
Acerca del autor(es).
Cindy Levy es socia principal en la oficina de McKinsey en Londres, Shubham Singhal es socio principal en la oficina de Detroit y Zoe Fox es socia asociada en la oficina de Washington, DC.
Los autores desean agradecer a Ashwin Mahadevan, Priyanka Krishnamoorthy y Rahul Adhikari por sus contribuciones a este artículo.
Este artículo fue editado por Joanna Pachner, editora ejecutiva de la oficina de Toronto.
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