top of page

Paro...pienso...actuo.



Nos hemos referido las últimas semanas sobre las bondades para las empresas de entregar beneficios para sus trabajadores. No nos referimos a cualesquiera, sino a aquellos que son más rentables económica y socialmente, encontrándose en este grupo los que ayuden de una manera tal, que el trabajador no hubiese llegado al mismo resultado por si solo; es más, habría tenido una realidad diametralmente opuesta en muchos casos.


En esta categoría incluimos el seguro complementario de salud – dado su impacto en el gasto de bolsillo trabajador / familia, y nuestro programa de bienestar financiero para trabajadores – dado los importantes niveles de sobreendeudamiento que enfrentan estos trabajadores y familias, junto a una morosidad en franco aumento; todo lo que probablemente agrave aún más sus problemas económicos actuales, dado su frágil base de conocimientos y herramientas para tomar mejores decisiones a objeto de salir de esta debilitado situación.


Adicionalmente mencionamos que estos beneficios tienen la ventaja de tener una esfera interna por su impacto directo en los trabajadores de la empresa; pero a la vez, una esfera externa por el impacto indirecto en su familia, amigos, compañeros de trabajo y para la sociedad como un todo, con la consecuente valoración social que la empresa puede obtener como retorno.


Sin perjuicio de lo anterior, sabemos que los recursos son escasos por lo que las empresas no siempre podrán entregar todos los beneficios que quisieran, incluso sabiendo de lo positivo que son. En otros casos, les costará tomar la iniciativa de incluir uno nuevo, considerando que tienen una parrilla algo pesada en cuanto a su costo anual, o bien, por por no cambiar aquello a lo que sus trabajadores están acostumbrados.


En este contexto y considerando la difícil situación económica actual, parece oportuno revisar la parrilla de beneficios que se están entregando, dado que muchos de estos pueden estar desactualizados de cara a una dotación que requiere satisfacer otro tipo de necesidades, o por cambios legislativos, que están fuera del ámbito de decisión de la empresa. Estos recursos mal direccionados, pueden estar comiendo una parte importante del presupuesto; se puede literalmente estar quemando recursos.


Para determinar eficiencias es aconsejable hacer una revisión de la oferta actual de beneficios.


Evidentemente algunas veces complicará el hecho que muchos de ellos se encuentran contenidos en instrumentos colectivos que son complejos de modificar, aún cuando, pero varios se encuentren próximos a vencer. Para llegar en buen pié a estas negociaciones, será importante manejar información relevante y el piso es conocer la tasa real de uso de los beneficios y su impacto en la planilla, no necesariamente con la finalidad de ahorrarse ese costo, sino que redestinandolo a otros beneficios que entreguen un mejor retorno a la empresa. Ningún grupo negociador podría negarse a sacar un beneficio que tiene poca valoración en su entrega y cambiarlo por otro que mejorará la vida de sus representados.


Haber financiado un beneficio que provoca poco impacto es un sinsentido, ya que no marca diferencia en la vida de sus trabajadores, siendo absolutamente irrelevante para inhibir búsqueda de otro empleo, aumentar la motivación y/o el sentido de pertenencia hacia la empresa, y sin lugar a duda, no estará resolviendo ninguna problemática del trabajador. Más absurdo será si con esos recursos se podría entregar un “mejor” beneficio, dada la información relevada.


Es por lo expuesto que reviste gran importancia no solo tener claro el impacto social que provocan los beneficios dentro de los trabajadores, sino que también establecer un mecanismo de creación y renovación de los mismos; esto, a partir de datos concretos: conocer su dotación y las necesidades que emanan de esta y de sus segmentos y establecer procedimientos, más que aplicar lo que las demás empresas entregan, o sujetarse en creencias tales como “son buenos porque siempre los hemos entregado”.


Es muy relevante para los trabajadores y para atraer mejores profesionales, que exista coherencia en la actual parrilla de beneficios que se ofrece, ya que el mensaje que se entrega es un arma muy poderosa acerca de los valores que quiere transmitir la empresa hacia adentro y hacia afuera.


Una época como la que estamos viviendo nos invita a respirar y reflexionar sobre qué tenemos, ya que los recursos habrá que cuidarlos más que nunca. A lo anterior se le debe sumar la acción, dado que es el mejor momento para hacerlo porque nunca los trabajadores habrán necesitado tanto a sus empleadores como hoy.


Los invitamos a conocer nuestros servicios de diagnóstico de beneficios y ROI, a objeto de determinar pueden considerarse dinero bien invertido, y adicionalmente, obtener información de las necesidades que requieren ser resueltas.


Dependiendo del tipo de empresa podrá diferenciarse entre regiones, edades, tipos de servicios que prestan, entre muchas otras diferenciaciones que hay que atender para darles una correcta respuesta. Además, del levantamiento efectuamos una propuesta de procedimiento para la creación de nuevos beneficios, acompañamos en la implementación de ellos y nos preocupamos de hacer un seguimiento periódico de la nueva parrilla para estar seguro que no han perdido su razón de ser.

279 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page